El invierno en Lisboa, con sus colores cálidos y sus largas noches, invita a momentos de calor y sabor. En A Severa, la tradición de la gastronomía portuguesa se une a la magia de la estación, ofreciendo un menú que calienta el cuerpo y el alma.

La cataplana de bacalao, un clásico de la cocina portuguesa, se compone de lascas de
bacalao desmenuzado, garbanzos cocidos y tocino crujiente. La combinación de los sabores del mar con la cremosidad de los garbanzos y el toque ahumado del tocino crea un plato reconfortante y lleno de sabor. Para acompañarlo, recomendamos un vino blanco del Alentejo, como Antão Vaz, que resalta la frescura del pescado y la ligereza de este plato.

Para los amantes de la carne, los secretos de cerdo marinados en salsa chimichurri son el plato ideal, robusto y sabroso. Acompañado de patatas y brotes, destaca por su suculencia e intenso sabor. Recomendamos servirlo con un vino tinto de la región de Dão, como un Touriga Nacional, que equilibra la grasa de la carne y resalta los complejos sabores de la salsa chimichurri.

Los vegetarianos encontrarán refugio en el risotto de calabaza con Portobello a la parrilla. En este plato, encontramos la combinación perfecta entre el dulzor de la calabaza y el sabor terroso del champiñón Portobello. La cremosidad del arroz y el toque ahumado del queso parmesano completan esta sinfonía de sabores. Un Alvarinho, con sus notas florales y cítricas, es el compañero ideal para este plato.

Con sus paredes llenas de historia, A Severa ofrece una experiencia auténtica y memorable en Lisboa. Reserve ya su mesa y déjese envolver por los sabores de la tradición portuguesa.