Fue en el año 1513, con el rey Manuel I, cuando surgió el Bairro Alto.

Una increíble vista sobre el río Tejo, las fachadas típicamente portuguesas y las calles llenas de vida, hacen de este nuestro rincón, un verdadero oasis de gastronomía y experiencias.

El Bairro Alto tuvo su origen cuando el rey D. Manuel I autorizó la urbanización de Vila Nova de Andrade, en la parte occidental de la ciudad, fuera de las murallas medievales.

Sus primeros habitantes fueron personas relacionadas con profesiones marítimas, en su mayoría trabajadores de Ribeira das Naus, en la época de los Descubrimientos.

Con la instalación de los jesuitas, se construyó también la iglesia de S. Roque, que a partir de 1553 tuvo un papel importantísimo para la atracción de la nobleza. Fue aquí donde nació el nombre de Bairro Alto de S.Roque.

A partir de entonces, este barrio adquirió un ambiente popular y aristocrático, que se mantiene hasta hoy y se hace notar en el patrimonio arquitectónico, a través de las casas sencillas, construidas junto a palacios de los siglos XVII y XVIII.

El terremoto de 1755 destruyó gran parte del Bairro Baixo de Vila Nova de Andrade, pero el Bairro Alto de S.Roque quedó casi sin daños, lo que llevó a la utilización de los áticos de los edificios como viviendas.

Desde el siglo XIX, los nobles vendieron gran parte de los palacios y abandonaron el Bairro Alto en detrimento de otros lugares de la ciudad.

Con la modernidad llegando al barrio de la ladera de Lisboa, a partir de esta época, varios artistas eligieron este lugar para vivir, donde por impulso de Almeida Garrett y Domingos Bontempo, en el siglo XIX, se instaló el Conservatorio de Artes en el Convento de Caetanos.