Severa es un portal al pasado, donde cada rincón cuenta una parte intrínseca de nuestra rica historia y tradición. Desde la cuidada decoración hasta los detalles gastronómicos, cada elemento de este establecimiento es una pieza de la identidad cultural que nos define.

Al entrar en A Severa, le recibe una atmósfera que trasciende el tiempo. Los elementos arquitectónicos, desde las paredes hasta el mobiliario, son testigos mudos de épocas pasadas. Cada detalle se ha elegido con un propósito: transportar a los visitantes a una época pasada.

La meticulosa selección de ingredientes se hace eco de nuestro compromiso con la calidad, pero también con la preservación de los sabores que formaban parte de las mesas de nuestros antepasados. Cada bocado es una aventura sensorial a través del tiempo, rememorando recetas que han atravesado las épocas y han sido refinadas por las hábiles manos que han moldeado nuestra cocina única.

Además de la experiencia gastronómica, las paredes de A Severa están adornadas con reliquias visuales que cuentan una historia a través de fotografías y artefactos cuidadosamente conservados. Cada imagen capturada es una instantánea de un momento que ayudó a conformar la identidad del lugar, convirtiéndose en una cápsula del tiempo de la que todo el mundo puede ser testigo.

Cada rincón de nuestro espacio es una enciclopedia viviente, que narra capítulos de nuestra historia y tradición. Al compartir una velada aquí, estamos haciendo algo más que alimentar nuestros cuerpos, también estamos reforzando nuestra conexión con el pasado al celebrar las raíces que han moldeado lo que somos hoy.