Porque en nuestro restaurante se respira la esencia del fado lusitano, hoy hemos decidido traer un artículo que explica los orígenes del fado y su preponderancia en la capital portuguesa, como símbolo de identidad de nuestra cultura.

El fado, palabra que deriva del latín fatum y significa «destino», es un estilo musical portugués que suele ser cantado por una sola persona, acompañada por una guitarra clásica y una guitarra portuguesa.

Hoy en día, se presenta como un símbolo representativo de Portugal en el mundo, siendo considerado como una forma de expresión artística que mejor dilucida la identidad y la cultura portuguesas.

Los primeros registros que relacionan el fado con la música se remontan a finales del siglo XIX, se comprueba que hasta ese momento la palabra fado no estaba relacionada con ninguna práctica musical. Así, la palabra fado como expresión musical habrá aparecido por primera vez en 1874, cuando ya era una práctica claramente activa y probada en la sociedad portuguesa.

El origen del fado es una cuestión que siempre ha estado en el centro del debate de los investigadores de este tema, debido a la poca bibliografía que se ha difundido. Así, hasta hoy ha habido diversas enunciaciones que apuntan a los posibles orígenes.

Una explicación popular que se refiere al origen del fado lisboeta es la de los cantos moriscos. Sin embargo, esto no está del todo probado.

El fado sólo se dio a conocer a partir de 1840, en las calles de Lisboa. En esta época, sólo se conocía el fado marinero, que era cantado por los marineros en la proa del barco. Este se convirtió en el modelo para todos los demás géneros de fado que aparecieron posteriormente, como el fado corrido. Con ello llegaron los fadistas, con sus características formas de vestir y actitudes poco convencionales. Estos se reconocían por su forma de vestir.

Maria Severa Onofriana fue la representante mítica del fado lisboeta de mediados del siglo XIX, identificada como la primera mujer que cantó, tocó y bailó fado.

Ella representó y representa, por tanto, las canciones populares del pueblo portugués, que recurre al fado para expresar sus principales sentimientos.

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